El mundo cripto vuelve a estremecerse: no por rumores ni promesas vacías, sino por movimientos reales de pesos pesados. Dos billeteras antiguas con Bitcoin, inactivas durante más de una década, acaban de activarse. Y no hablamos de unos cuantos satoshis: se trata de cientos de millones de dólares en juego.
Primer movimiento: $221 millones tras 10 años de silencio
Una billetera que no mostraba actividad desde 2013 transfirió de pronto 2 343 BTC, equivalentes a $221 millones al cambio actual. El destino: una dirección desconocida. Una jugada típica de los grandes actores del ecosistema, que prefieren operar en las sombras.
Estos movimientos despiertan el interés no solo de los entusiastas, sino también de analistas, servicios de inteligencia e incluso reguladores. Las billeteras “durmientes” suelen estar vinculadas a los primeros mineros o a actores clave de la historia oscura del Bitcoin.
Segundo despertar: $102 millones tras 12 años de inactividad
Poco después, otra billetera —inactiva desde 2012— realizó un segundo gran movimiento: 1 079 BTC, aproximadamente $102 millones, enviados a otra dirección. Lo más impresionante es que, tras más de una década, el dueño aún conserva el acceso a las claves privadas.
En un mundo donde perder una frase semilla es perder una fortuna, esto no deja de sorprender.
¿Quiénes son los guardianes de estos tesoros digitales?
Las identidades siguen siendo un misterio, pero las especulaciones no se hacen esperar. Algunos apuntan a antiguos activos ligados a Mt.Gox o Silk Road. Otros aseguran que se trata de mineros pioneros que, simplemente, decidieron hacer caja.
Sea cual sea el caso, estos movimientos encienden las alarmas, disparan la volatilidad y reactivan una pregunta clave: ¿cuántas billeteras dormidas quedan por despertar?
¿Qué puede significar esto para el mercado?
El despertar de las ballenas puede anticipar grandes ventas… o simplemente una reestructuración interna de fondos. Lo único claro: cada transacción como esta es un llamado de atención para el ecosistema.