Una de las mayores plataformas de criptomonedas del mundo, Coinbase, vuelve a estar en el centro de un escándalo. Esta vez, enfrenta una demanda colectiva presentada por un grupo de usuarios. ¿El motivo? Una serie de revelaciones explosivas en documentos de la SEC (Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU.) que destapan una red de sobornos y filtración de datos de clientes.
Espías y sobornos: así se filtraba la información desde dentro
Según la SEC, estafadores lograron obtener acceso a información confidencial de usuarios de Coinbase sobornando a empleados extranjeros de la empresa. A cambio de jugosas sumas, estos trabajadores entregaban datos personales de los clientes.
Aún no se ha revelado a cuántas personas afecta la filtración, pero las fuentes apuntan a que no se trata de casos aislados, sino de un esquema bien armado. Los criminales buscaban información para alimentar estafas y ataques dirigidos.
La demanda colectiva: cuando la indignación se organiza
Ante estas revelaciones, un grupo de usuarios decidió actuar y presentó una demanda colectiva contra Coinbase. Exigen una investigación completa y compensaciones por lo que consideran una grave negligencia en la protección de sus datos personales.
Según los demandantes, Coinbase no tomó las medidas necesarias para evitar que personas externas accedieran a información sensible.
Riesgo de confianza: impacto en toda la industria cripto
Este caso no solo golpea la reputación de Coinbase, sino que pone en jaque la confianza en todo el ecosistema cripto. La seguridad de los datos es un pilar fundamental para la permanencia de los usuarios. Si las grandes plataformas fallan en proteger esa confianza, todo el sector sufre las consecuencias.
Silencio de Coinbase: cuando callar no es una opción
Hasta el cierre de esta edición, Coinbase no ha emitido comentarios oficiales. Ni comunicados de prensa, ni respuestas públicas. Pero en el mundo cripto, el silencio suele interpretarse como una señal de culpabilidad —y eso solo echa más leña al fuego.