NFT es la abreviatura de Non-Fungible Token, que en español significa «token no fungible». A pesar del nombre técnico, la idea es bastante sencilla: se trata de un activo digital único que certifica la propiedad de un objeto en internet —ya sea una imagen, música, video, modelo 3D o incluso un tuit.
¿En qué se diferencia un NFT de una criptomoneda común?
A diferencia de criptomonedas como Bitcoin o Ethereum, cada NFT es único y no puede intercambiarse por otro en igualdad de condiciones. Por ejemplo, un bitcoin es igual a cualquier otro bitcoin, como dos billetes del mismo valor. Pero un NFT se parece más a una obra de arte: aunque existan copias, el original es uno solo.
¿Cómo funcionan los NFT?
Los NFT se crean usando la tecnología blockchain, comúnmente sobre la red de Ethereum. Cada token posee un código único y metadatos que lo hacen irrepetible. Esto garantiza su autenticidad y certifica la propiedad.
Cuando compras un NFT, no estás comprando el archivo en sí (que puede copiarse), sino un certificado digital que prueba que tú eres su propietario legítimo.
¿Dónde se usan los NFT?
Los NFT se han extendido a múltiples sectores:
- Arte digital – los artistas venden sus obras directamente al público;
- Videojuegos – los objetos virtuales se transforman en activos únicos;
- Moda y marcas – empresas como Gucci y Nike ya experimentan con ropa virtual;
- Música – artistas lanzan álbumes y entradas en formato NFT;
- Coleccionismo – desde tarjetas digitales hasta memes virales.
¿Por qué tanto revuelo con los NFT?
En 2021, una obra digital del artista Beeple se vendió en una subasta por 69 millones de dólares. La noticia dio la vuelta al mundo y atrajo la atención de inversores, coleccionistas y especuladores. Los NFT comenzaron a verse como una nueva forma de inversión —y también como una manera de expresarse en el mundo digital.
¿Tienen realmente una utilidad práctica?
Las opiniones están divididas. Algunos ven en los NFT el futuro de la propiedad digital y la protección de los derechos de autor. Otros los consideran una moda pasajera, una burbuja especulativa llena de riesgos. Lo que está claro es que la tecnología ya ha cambiado la forma en que entendemos la propiedad en internet.
Conclusión
Los NFT no son solo una tendencia, sino una innovación con el potencial de transformar la economía creativa, los derechos digitales y la forma en que valoramos los activos online. El tiempo dirá si el mercado logra consolidarse, pero una cosa es segura: los NFT ya se han ganado su lugar en la historia digital.